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Conoce a la Biblioteca Crisálidas de Álamos
En este punto de lectura la familia completa colabora para tener actividades, sesiones y festivales que convoquen a los vecinos de la colonia Ampliación Vista Hermosa Álamos, al punto de lectura. Simbólicamente, se llaman crisálidas porque cada una de las 4 personas que leen con los niños, está abordando la lectura desde su disciplina favorita y, entre todas, le dan equilibrio a los temas de cada sesión y a los libros que escogen para compartir con los niños y niñas.
Cada sesión, tres chicas y un chico se turnan para preparar la sesión de lectura que tendrán con sus vecinos y vecinas lectores: primero, leen un libro de bienvenida; luego, comparten una canasta o una caja de libros relacionados con el tema del libro leído, conversan sobre ello y finalmente hacen alguna actividad plástica. Otras veces, la lectura inicial se sustituye por la lectura en grupos, y cada uno elige un libro para compartir.
En el grupo, hay quienes se suman con las mediadoras para seleccionar y acomodar los libros, recogerlos al final y además, detonan muchas conversaciones literarias. Entre todos forman una comunidad lectora muy unida porque muchos viven en el mismo complejo habitacional, es decir, no tienen que salir a la calle para llegar al punto de lectura.
Mi libro favorito es Huitzil, porque un niño se convierte en puma.
-Eduardo, 11 años.
Queremos leer más libros informativos con los niños, dice una de las mediadoras que está estudió ingeniería en biotecnología. Cuenta que les han llevado libros sobre microbios y se generó una rica conversación con muchas preguntas que los inspiró a investigar más sobre el tema. Así, en sus festivales tienen como invitados a un divulgadores científicos. Hemos notado también que los niños ya identifican el género del libro que leemos, y nos piden diccionarios para consultar las palabras nuevas, dice otra mediadora de ese punto, que les leía un cuento en verso con motivo del día de muertos.
Los libros para jugar son muy exitosos en este punto de lectura: después de visitar la feria de libro infantil y juvenil, las mediadoras regresaron al punto con libros de este tipo y cuentan que las sesiones para presentarlos fueron fantásticas: leyeron Por favor, no abras este libro de Andy Lee y todos quisieron leerlo en voz alta, con su propio estilo; luego uno de los niños quiso presentar para todos el libro Ratoncito, ¡ten cuidado! de Judy Waite y cada vez que él repetía ratoncito, ¡ten cuidado! todos lo hacían con él al unísono. A partir de esto creemos que hay más compañerismo dice un chico mediador que acompaña las sesiones, si hay algún niño aburrido, enojado o triste, una de las niñas de la comunidad le pregunta ¿qué te leo?